Inglaterra derrotó ampliamente a Los Pumas por 31-12, en lo que fue el primer partido del seleccionado argentino, de la ventana de noviembre y significó el debut de Daniel Hourcade como head coach.
Twickenham. Marco increíble. Imponente. Fueron 76.304 entradas vendidas y el empuje de la gente en cada acción inglesa fue para destacar. Sin embargo, los que hacen las diferencias son los que están en la cancha y la Rosa supo doblegar a Los Pumas con las virtudes propias del equipo. El encuentro comenzó con un buen primer line recibido por Pablo Matera, una formación en la que el equipo argentino no pasaría zozobras a lo largo del juego cuando fue el encargado de efectuar el tiro, cambio positivo respecto al Championship.
Así también el scrum, por más que los ingleses no cometieron muchas infracciones como para remarcar en dicha formación. Entonces, ¿en qué fueron superados Los Pumas?.
Inglaterra asfixió al equipo argentino físicamente. Lo doblegó constantemente los primeros cuarenta minutos, en los que el seleccionado pisó el área rival de manera amenazante en sólo una oportunidad. Las patadas de Nicolás Sánchez, en busca de aire en el juego, no ganaron metros. Chris Ashton dijo siempre presente en las recepciones, en lo que fue un buen del jugador de Saracens. Y también Mike Brown, el todoterreno que tiene la Rosa en el fondo.
Juan Manuel Leguizamón estrenó la capitanía con algunos errores en cuanto a las infracciones. Tres penales en los primeros 12′ de juego fueron el resultado de una defensa vehemente pero poco efectiva. Luego de uno de esos penales vinieron los primeros tres puntos para la Rosa. A los 4′ Owen Farrell anotó el primer penal que fue rápidamente contrarrestado por Nicolás Sánchez, quien explotó su patada post offside de Inglaterra y un kick tapado por Juan Imhoff.
En aquel momento, el encuentro estaba palo y palo, parejo en cuanto a posesión, en el scrum. Pero luego, la figura de Owen Farrell comenzó a decir presente. El apertura de Saracens metió un kick sensacional que dejó a su equipo al lado del ingoal argentino. Line out y maul fue la fórmula, repetida en dos oportunidades, para apoyar el primer try del encuentro a los 13′: Joe Lanchbury el ejecutante, todo el pack de forwards ingleses, los autores intelectuales.
Los ingleses cometieron infracciones que Argentina sacó provecho, pese a no tener mucha posesión. Marcelo Bosch anotó de penal apenas pasando mitad de cancha para achicar la diferencia en el resultado. Pero el excelente juego de manos y el dinamismo tanto de backs como de forwards ingleses fue más. Farrell era la manija clara del equipo. Jugaba y hacía jugar. Lee Dickson y el pack le hacían las cosas fáciles.
Luego de un ruck bien limpiado por Dickson la pelota pasó para Farrell, quien habilitó -por fortuna- a Billy twelvetrees. Y el centro metió una buena pisada para dejar desairada a la defensa argentina y apoyar el segundo try del match. De esta forma el combinado nacional se fue abajo 24-6, ya que Juan Manuel Leguizamón fue penalizado por obstruir la única jugada neta de try para Los Pumas, en la que Nicolás Sánchez tenía el ingoal en la mira.
En el complemento, la energía de Los Pumas no disminuyó en ningún momento. Sí la de Inglaterra, que eligió apoyarse en la ventaja conseguida en la primera etapa. El tempo fue impuesto por los backs argentinos que, pese a sus buenos arranques, chocaron una y otra vez contra la defensa inglesa.
Una buena corrida de Lucas González Amorosino. Explosiones de Santiago Cordero -fue su debut en Los Pumas, entró por Imhoff- y la entrega de todo el equipo cambió una tendencia que era toda para la Rosa.
Dos penales de Nicolás Sánchez daban algo de ilusión al partido. Pero, pese a la entrega, Argentina no pudo doblegar en ningún momento a Inglaterra. Además, debió lidiar con las lesiones. Sánchez abandonó la cancha golpeadísimo. En su lugar entró Tiesi que en la primera jugada de contacto sintió un dolor que no le permitió continuar el juego. Así las cosas, Santiago Fernández debió pararse como apertura, Pablo Matera sorprendió como back de refuerzo y Benjamín Macome se colocó como tercera. Un sinfín de detalles que le impideron al equipo nacional hacer mella en el ingoal rival.
Para el final, ese segundo de cansancio, de relajación, permitió una nueva conquista para la Rosa. El ingresado Morgan apoyó, Toby Flood convirtió y le dio más hambre a los locales. Quedaban tres minutos y Los Pumas intentaron, pero debieron aflojar la marcha y patear fuera la pelota ya que Inglaterra quería más.
Final de un bautismo de fuego para Hourcade y su staff. Los Pumas fueron superados en los primeros cuarenta minutos y mostraron otra cara en el complemento. No fue suficiente pero el desquite viene rápido. El encuentro ante Gales será la próxima semana en el Millennium y Los Pumas ya saben lo que es sonreír ahí. Lo hicieron el año pasado y el sueño es repetir.
Fuente: EspnDeportes